¡Suelte sus armas!

Las defensas de los animales como las cornamentas, los colmillos y las extremidades especializadas para combatir, requieren un gran gasto energético para producirse, pero su mantenimiento puede costar aún más. Debido a que el insecto Leptoscelis tricolor es capáz de desprender sus grandes extremidades traseras, utilizadas como armas en batallas entre machos, los científicos que trabajan en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá podrían medir el uso de energía de insectos vivos - con y sin patas traseras - para calcular el verdadero costo energético de mantener estas estructuras de defensa.

Los animales salvajes pueden gastar hasta 30 y 40 por ciento de energía mientras están en reposo. "Los atletas humanos a menudo queman más calorías durante períodos de descanso relativamente largos que durante el ejercicio físico en sí", comentó Ummat Somjee, quien realizó este estudio como parte de su tesis de doctorado en la Universidad de Florida en el laboratorio de la coautora Christine Miller, además de ser un becario postdoctoral Tupper en STRI. "Calculamos el costo metabólico de mantener las patas traseras grandes en un Leptoscelis tricolor y encontramos que los machos invierten más en mantener sus estructuras de defensa que las hembras", comentó Somjee. "Los machos grandes gastan relativamente menos energía en sus defensas que los machos más pequeños". Los resultados se publicaron en línea en Proceedings of the Royal Society B.

Los machos de Leptoscelis tricolor, quienes se alimentan del nectar y la fruta de la heliconia, tienen patas traseras cubierta de estructuras espinosas. Estas patas son más grandes que las de las hembras y sirven como "armas" en duelos entre machos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario