Lo que pasa en la Antártida no se queda en la Antártida

Los suyo es buscar hasta debajo de las piedras, y lo hace literalmente. Es geóloga pero desde que se embarcó por primera vez en una travesía científica se centró en los fondos marinos. Es investigadora del CSIC, y experta en paleo clima.
Su debilidad, la Antártida y todo lo que pasa allí desde hace millones de años. El deshielo avanza y quién sabe si donde hasta ahora reinaba el frio volverán a verse palmeras y temperaturas de 25 grados. Hablamos de todo ello con Carlota Escutia.

Relatos que construyen el mundo y ciencia al servicio de la dieta

El relato es la estructura mental que utilizamos para explicar lo que nos sucede. Desde la antigüedad más remota narrar historias es algo instintivo en nuestra especie, incluso se considera que antepasados más primitivos, que no poseían un lenguaje elaborado comenzaron ya a elaborar sus propios relatos para explicar la realidad en la que vivía. Porque esa es la cualidad del retrato… que nos ayuda a entender la realidad que percibimos, con sus sesgos y malentendidos.

Hoy presentamos un libro que disecciona la forma en la que los relatos construyen nuestro mundo. El neurocientífico Oscar Vilarroya presenta en Somos los contamos el origen evolutivo del relato, su función adaptativa y los mecanismos y sesgos que lo caracterizan. Además, se detiene a analizar como la revolución tecnológica contribuye a popularizar formas de relatos muy sesgadas como las fake news o las burbujas narrativas.

Primera imagen de un agujero negro: cuando la ciencia ve lo invisible

Empezaron siendo predicciones matemáticas en las ecuaciones de Einstein, hasta que se pudo demostrar que cuando las estrellas más grandes y masivas agotan su energía se convierten en agujeros negros. Tras expulsar sus capas externas en un intenso fogonazo, su centro colapsa debido a la atracción de la gravedad. Toda la masa de la estrella se condensa en un punto que deforma el espacio tiempo, creando un campo gravitatorio del que ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar.

Desde la Tierra se pueden observar las emisiones de radiación procedentes de agujeros negros, y esto es lo que ha hecho el Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT por sus siglas en inglés), un telescopio de escala planetaria, constituido por ocho radiotelescopios y forjado gracias a una colaboración internacional. El resultado es la primera imagen de la historia de uno de estos objetos,
una imagen que muestra la sombra del agujero negro que existe en el centro de Messier 87 , una galaxia situada en el cercano cúmulo de galaxias Virgo. Este agujero negro se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra y es 6.500 millones de veces más masivo que el Sol

Varios astrónomos españoles han participado en este hito científico. José Luis Gómez, investigador del @CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), ha desarrollado uno de los tres algoritmos usados para la reconstrucción de las imágenes de la sombra del agujero negro, que se ve rodeado de un disco de gas y polvo, una estructura en forma de brillante anillo. Con él charlamos sobre este gran hito científico.



M 87

¿Qué es un agujero negro?

Un lugar del espacio de donde nada puede escapar, ni siquiera la luz.


2. ¿Por qué no todas las estrellas se convierten en agujeros negros?

Tan solo forman agujeros negros las estrellas muy masivas. Cuando agotan su combustible al final de su vida, colapsan sobre sí mismas de forma catastrófica e imparable y en su desplome forman un pozo en el espacio: un agujero negro.

Si no son tan masivas, la materia de la que están hechas puede detener el colapso y formar una estrella moribunda que apenas brilla: una enana blanca o una estrella de neutrones.

3. ¿Cuántos tipos hay?

Los agujeros negros se distinguen por su tamaño. Los estelares son los que tienen masas comparables a la del Sol y radios de decenas o cientos de kilómetros.
Aquellos cuyas masas son millones o hasta miles de millones de veces la masa del Sol, son los agujeros negros supermasivos de los núcleos de las galaxias.

También es posible que existan -pero todavía no los hemos detectado- agujeros negros intermedios, de centenares de miles de masas solares, y agujeros negros primordiales, formados al comienzo del Universo, con masas que podrían ser muy pequeñas.

El vasco Antxon Alberdi, entre los científicos que han colaborado en el agujero negro

Conferencia internacional sobre el hecho ocurrido

Hallan una nueva especie de homínido en Filipinas de finales del Pleistoceno

Fósiles hallados en una cueva de Filipinas sugieren la existencia de un nuevo homínido que habitó la isla de Luzón durante finales del Pleistoceno, según un estudio divulgado este miércoles por la revista Nature.
La publicación científica británica divulga el hallazgo por un grupo de expertos del Museo de Historia Natural de París de varios huesos de pie y de manos, un trozo de fémur y dientes pertenecientes a antiguos homínidos en la cueva de Callao.
Esos fósiles proporcionan evidencias que apuntan a la existencia de una nueva especie de homínido, que vivió en la isla de Luzón durante el periodo tardío del Pleistoceno, hace más de 50.0000 años.
Según esa investigación, las pruebas encontradas que sugerían matanzas animales de hace 700.000 años, así como el hallazgo de un único hueso de pie, que databa de hace 67.000 años, habían sugerido, previamente, que los homínidos estaban presentes en la isla de Luzón.
En la misma capa estratigráfica de Callao, los expertos Florent Détroit, Armand Mijares, Philip Piper y un grupo de colegas del museo francés encontraron otros doce huesos y dientes de al menos tres individuos.

 Uno de los huesos hallados en la cueva de Callao (Filipinas).

Trump vuelve a negar el cambio climático. Y los científicos le responden

Muy pocos niegan, a estas alturas, que el calentamiento global es un hecho. El deshielo en la Antártida está generando problemas en todo el planeta, incluso en lugares tan alejados como el mar Mediterráneo, donde un informe reciente señalaba de manera directa e inequívoca los lugares patrimonio de la Humanidad que estaban en peligro por la subida del nivel del mar vaticinada por cientos de estudios. Los fenómenos meteorológicos cada vez son más extremos y sus devastadores efectos cada vez son más potentes.
Y sin embargo todavía hay quien piensa que se trata todo de un invento. Un cuento chino. El último en contradecir a miles de científicos de todas las nacionalidades ha sido precisamente una de las personas más poderosas del planeta: Donald Trump.
Según las previsiones de los meteorólogos, en los próximos días viviremos los días más fríos registrados a finales de noviembre desde que existen datos al respecto. De hecho se esperan mínimas para el Día de Acción de Gracias de entre -6 ºC y -9 ºC en la costa este, en las ciudades de Nueva York, Boston y Filadelfia. A este respecto el presidente de Estados Unidos comentaba en un tuit: ”Un frío brutal y prolongado puede batir TODOS LOS RÉCORDS. ¿Qué ha ocurrido con el calentamiento global?”.


No se trata de algo nuevo. El presidente estadounidense ya ha mostrado su ignorancia en otras ocasiones con antelación. Mismamente, el año pasado Trump comentó irónicamente que a Estados Unidos le iría bien “un poco” de calentamiento global para combatir las bajas temperaturas que llegaron a marcar los - 40 ºC en ciertas zonas del país.
Su atrevida ironía es solo comparable con su ignorancia científica. Como explica el doctor Diego G. Miralles, Profesor en Hidrología y Clima en la Universidad de Gante (Bélgica) "a día de hoy, los datos de campo y mediciones de satélite confirman de manera contundente nuestras expectativas basadas en principios físicos. Los resultados de nuestros modelos climáticos basados en estos principios no dejan lugar a duda: el cambio climático se ha acelerado desde la era industrial". Evidentemente no todas las actividades humanas han tenido el mismo impacto en el clima global del planeta desde entonces, pero al doctor Miralles no le cabe duda: "la capacidad del hombre para alterar el clima esta más que demostrada desde hace al menos dos décadas".

6 elementos descubiertos por mujeres

Polonio, astato, radio, renio, francio y un isotopo del proactinio. Conoce a las mujeres protagonistas de su descubrimiento.

 ¿Ha descubierto alguna mujer algún elemento químico? Más de una, y en alguna ocasión más de un elemento, como es el caso de la más conocida de ellas: Marie Curie. Curie fue una científica polaca nacionalizada francesa y que recibió un premio Nobel en 1903 -de Física- y otro en 1911 -de Química- por los descubrimientos del polonio (Po) y el radio (Ra).

Por otro lado, dos físicas austriacas, Berta Karlik quien también fuera la primera mujer profesora de la Universidad de Viena; y Lise Meitner quién formó parte importante del equipo que descubrió la fisión nuclear -un logro por el cual su colega Otto Hahn recibió el Premio Nobel- descubrieron, respectivamente y en colaboración con otros investigadores, el astato (At) y un isótopo del protactinio (Pa).


Por su parte, la química y física alemana Ida Noddack fue la primera científica en mencionar la idea de la fisión nuclear, en 1934. También cuenta con el honor de haber sido nominada 3 veces para recibir el Premio Nobel de Química. Entre sus logros cientificos cuenta con la identificación del Renio (Re), la cual realizo junto a su marido Walter Noddack, de quien tomó el apellido.
Por último la química francesa Marguerite Perey, que en 1962, ella fue la primera mujer en ser elegida para la Academia de Ciencias Francesa, descubrió el francio (Fr) al purificar muestras de lantano que contenían actinio.

 Entre algunas de las actividades que este 2019 se celebrarán con motivo del Año Internacional de la Tabla Periódica se recordarán las aportaciones y el ejemplo que dieron estas científicas, una de ellas será el Simposio Internacional sobre la Mujer y la Tabla Periódica y que tendrá lugar entre los días 11 y 12 de febrero de 2019 en la Facultad de Química de la Universidad de Murcia, haciéndolo coincidir con el Día Internacional de las Mujeres de las Chicas en la Ciencia.

 

 

¿Cuántos elementos han descubierto los científicos españoles?

El primero de los descubrimientos de estos elementos esta envuelto en un halo de polémica, pues tanto ingleses como españoles se atribuyen el merito de la hazaña. No obstante, la historia tiene como eje vertebrador la figura del naturalista y militar sevillano Antonio de Ulloa y de la Torre Giral.
Dícese que Ulloa descubrió dicho elemento en América, y que este le dio el nombre de platina por su parecido con la plata. Concretamente lo encontró durante el viaje que inicio en 1935 por América, en la región de Esmeraldas -entre Colombia y Ecuador-, donde ya los pueblos precolombinos sabían de su existencia. Durante el regreso de América a la península, cuentan los escritos de la época que Ulloa fue apresado por corsarios y llevado junto a ellos a territorio británico.


Lejos de ser ajusticiado por dichos corsarios, fue la condición de científico de Ulloa - que con 19 años ya pertenecía a la Academia de Ciencias de París- que le permitió, además de salvar el pellejo, ingresar en la Royal Society. Durante su estancia en Londres parece ser que Ulloa hizo conocedores a sus camaradas ingleses, entre otros de sus hallazgos, de la existencia de la llamada platina.
Hasta entonces, minuspreciado por haber sido considerado un subproducto o impureza obtenido en la extracción del oro, muy pronto el platino por sus propiedades, comenzaría a volverse bastante popular. Y fue de esto modo que por una vía completamente distinta, otros ingleses supieron del elemento. Así, concretamente Charles Wood lo encontraría en Jamaica en 1741 y se lo enviarían al médico William Brownrigg para que este los estudiase. Pese a que en ambos casos el descubrimiento pasó por los oídos de Sir William Watson, físico de la Royal Society, y este admitió saber por Ulloa del platino con anterioridad, Wood y Brownrigg estudiaron y describieron el elemento, y es desde entonces que existe esta polémica por su descubrimiento.


Solo unos años después se dio a conocer el wolframio, llamado tungsteno con anterioridad y el único elemento aislado y descrito concretamente en España, un logro alcanzado en 1783 por los hermanos Juan José y Fausto Elhuyar en el Real Seminario Patriótico Bascongado de Bergara, en Guipúzcoa.
Finalmente, en 1801 el científico hispano-mexicano Andrés Manuel del Río Fernández encontró el elemento 23-el que tiene ese número atómico en la tabla periódica- en una mina de plomo mexicana. Lo llamó eritronio -entre otros nombres- por tornarse rojizo al calentarse y entregó unas muestras a su amigo Alexander von Humboldt para que las analizara el químico francés Hippolytte Victor Collet-Descotils. Este, equivocadamente, le respondió que era un compuesto de cromo, así que pensó que su descubrimiento era erróneo.

 Tres décadas más tarde, en 1830, el químico sueco Nils Gabriel Sefström redescubrió el colorido elemento y lo denominó vanadio en honor a la diosa de la belleza Vanadis de la mitología escandinava. Al año siguiente, su colega alemán Friedrich Wöhler confirmó que se trataba del mismo elemento que ya había encontrado Del Río.




La contaminación del aire que respiramos provoca millones de muertes

Varios estudios científicos y médicos, así como la Organización Mundial de la Salud, vienen alertando desde hace tiempo sobre la relación entre la contaminación atmosférica y el desarrollo de enfermedades cardio-respiratorias y cánceres responsables en muchos casos de muerte prematura, sobre todo en las grandes aglomeraciones urbanas. No obstante este, es el primero en contabilizar la cantidad de vidas que se podrían salvar, ciudad por ciudad, en 154 de las áreas urbanas más grandes del mundo si el conjunto de las naciones más contaminantes del planeta acordaran reducir las emisiones de carbono y limitar, a su vez, el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C en el futuro.


De producirse esta reducción, tal y como abogan los gobiernos de varios países, según la investigación llevada a cabo por la Universidad de Duke, las muertes prematuras disminuirían notoriamente en ciudades de todo el mundo, produciéndose los mayores logros en términos de vidas salvadas en los continentes de Asia y África.
Así pues, Calcuta y Delhi, dos ciudades de La India, encabezan la lista de grandes urbes que se verían beneficiadas por dichos recortes de emisiones. En ellas podría evitarse la muerte prematura de 4,4 y 4 millones de personas respectivamente. Otras 13 ciudades asiáticas y africanas podrían evitar más de 1 millón de muertes prematuras cada una, y alrededor de unas 80 ciudades adicionales podrían evitar al menos 100,000 muertes.
Cerca de otras 50 áreas urbanas en otros continentes también podrían experimentar avances significativos en el número de vidas salvadas. Por ejemplo, 6 ciudades como Moscú, Ciudad de México, Sao Paulo, Los Ángeles, Puebla y Nueva York, podrían evitar cada una de ellas el potencial fallecimiento prematuro de entre 320,000 y 120,000 personas.


"Nuestras proyecciones subrayan las graves deficiencias del enfoque actual para la reducción de emisiones originadas por los combustibles fósiles, en el cual se asume que las emisiones de dióxido de carbono y contaminantes atmosféricos asociados permanezcan en la atmósfera a altos niveles en el corto plazo, con la esperanza de ser compensadas en un futuro incierto por emisiones negativas", declara Nicholas Drew Shindell, profesor de Ciencias de la Tierra en la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad de Duke, y autor principal del articulo publicado recientemente en la revista especializada Nature Climate Change.
"Este enfoque solo analiza cuánto costará transformar el sector energético. Ignora el coste en vidas humanas de la contaminación atmosférica, que asciende a más de 150 millones, o el hecho de que reducir las emisiones a corto plazo reducirá el riesgo climático a largo plazo", añade. "Hemos de evitar confiar en la futura eliminación de dióxido de carbono. Esa es una estrategia muy arriesgada; es como comprar algo a crédito y asumir que algún día tendrás un ingreso lo suficientemente grande como para pagarlo todo", concluye.

Los bioplásticos sostenibles podrían estar a la vuelta de la esquina

Un nuevo estudio acaba de describir un proceso para sintetizar polímeros bioplásticos que no requieren ni del uso de tierra, ni de agua dulce; recursos que ya escasean en gran parte del mundo. El polímero en cuestión se deriva de una especie de microorganismos que se alimentan de algas. Es biodegradable, en su elaboración no se genera ningún tipo de desecho tóxicos y además se recicla fácilmente junto con el resto de desechos orgánicos.
El invento fue el fruto de una colaboración entre el Dr. Alexander Golberg y el Profesor Michael Gozin, respectivamente de la Escuela de Ciencias Ambientales y de la Tierra; y de la Escuela de Química, ambas de la Univerdad de Tel Aviv. Su investigación titulada Macroalgal biomass subcritical hydrolysates for the production of polyhydroxyalkanoate (PHA) by Haloferax mediterranei fue publicada recientemente en la revista Bioresource Technology.

 Según las Naciones Unidas, el plástico representa hasta el 90% de todos los contaminantes en nuestros océanos, sin embargo, todavía existen pocas alternativas que puedan sustituirlo y respetuosas con el medio ambiente.


"Los plásticos tardan cientos de años en descomponerse. Así que las botellas, los envases y las bolsas crean 'continentes' de plástico en los océanos, ponen en peligro a los animales y contaminan el medio ambiente", dice el Dr. Golberg. "El plástico también se produce a partir de productos derivados del petróleo, en un proceso industrial que libera contaminantes químicos como subproducto.
"Una solución parcial a la epidemia plástica son los bioplásticos, que no provienen del petróleo y se degradan rápidamente. Pero los bioplásticos también tienen un coste ambiental: cultivar las plantas o las bacterias para fabricarlo requiere suelo fértil y agua dulce, que muchos países , incluyendo a Israel, no disponen. Nuestro nuevo proceso produce 'plástico' a partir de microorganismos marinos"


De este modo, los investigadores aprovecharon los microorganismos que se alimentan de las algas para producir un polímero bioplástico llamado polihidroxialcanoato (PHA). "Nuestra materia prima son algas multicelulares, cultivadas en el mar", dice el Dr. Golberg. "Estas algas son consumidas por microorganismos unicelulares, que también crecen en agua muy salada y producen un polímero que se puede usar para hacer bioplásticos.
"Ya hay fábricas que producen este tipo de bioplásticos en cantidades comerciales, pero utilizan plantas que requieren tierras agrícolas y agua dulce, lo que supone un gasto de recursos que podrían emplearse en otras priodidades. El proceso que proponemos nosotros, permitirá a los países con escasez de agua dulce, como Israel, China e India, cambiar de plásticos derivados del petróleo a plásticos biodegradables ", añade el investigador.

¿Qué poder otorgaremos a la tecnología?

En treinta años veremos más cambios que los que hemos presenciado en los últimos tres siglos, afirmó Gerd Leonhard en el Foro de la Cultura celebrado en Burgos el pasado mes noviembre. Este alemán, experto en tecnología y músico profesional, empezó su ponencia mostrando una exitosa aplicación de traducción simultánea que había usado en un reciente viaje a China y que, al poco de salir, ya se está quedando obsoleta: en breve aparecerá un dispositivo que, colocado en el oído, nos hará de intérprete, y en diez años lo hará un implante insertado en el neocórtex cerebral.

Leonhard asesora a grandes empresas y organizaciones, explicándoles cómo va a ser el futuro para que mejoren su toma de decisiones en el presente. Una tarea muy conveniente, puesto que el mañana está hoy en manos de grandes corporaciones, muchas de ellas gigantes tecnológicos. Un dato: el valor en bolsa de las cuatro grandes en ese sector, Google, Apple, Facebook y Amazon, supera el PIB de Francia.

Según Leonhard, de 57 años, su genera­ción será la última en experimentar lo que es vivir offline. Viviremos permanentemente conectados. «La tecnología no es ni buena ni mala, ni soluciona problemas por sí misma –dice–. Carece de principios, simplemente existe». El uso que hagamos de su gran poder es cuestión de ética, a la que define como la capacidad para diferenciar entre lo que se puede hacer y lo que se considera correcto.

Leonhard opina que la tecnología puede solventar los grandes problemas de la humanidad si los gestores y políticos anteponen las necesidades del ser humano a las del mercado y solventan la actual «distribución disfuncional» de recursos. Él cree que aún no es tarde para manejar la tecnología con buen criterio.
«Debemos fomentar desde la escuela to­­dos aquellos valores que nos distinguen como humanos: la creatividad, la emoción, la empatía, la intuición, la imaginación, los valores, la consciencia… Cuanto más nos parezcamos a las máquinas, más inútiles resultaremos». Puede ser el cielo o el infierno, dijo, parafraseando la canción Hotel California de los Eagles. Como dijo el historiador noruego Christian Lange al recibir el Premio Nobel de la Paz en 1921, la tecnología es un útil servidor, pero un líder peligroso.

Nuevas imágenes del lugar de aterrizaje de la misión china en la cara oculta de la Luna

La NASA difundió ayer dos imágenes del lugar de aterrizaje de la misión Chang'e 4, de la Administración Espacial Nacional China (CNSA), en la cara oculta de la Luna, aquella que no es observable desde la Tierra. El pasado 3 de enero, la misión Chang'e 4, compuesta por un aterrizador y un rover, realizó un alunizaje histórico en la superficie del cráter de impacto Von Kármán, de 186 kilómetros de diámetro, situado en el hemisferio sur de la cara oculta de la Luna. La misión china logró efectuar el primer aterrizaje suave sobre la cara oculta de la Luna; son varias las naves espaciales no tripuladas que han impactado sobre ella, en ocasiones de forma controlada, desde que lo hiciera la misión Ranger 4 en 1962.

 El pasado 30 de enero, la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA se aproximó al cráter Von Kármán desde el este y se posicionó 70 grados hacia el oeste para obtener esta vista espectacular de la superficie del cráter. El aterrizador de la misión Chang'e 4 es el pequeño punto luminoso entre las dos flechas, mientras que el rover ni siquiera se puede detectar, debido a la distancia a la que se encontraba la sonda espacial: a 330 kilómetros al este del lugar de aterrizaje. "La imponente cadena montañosa que hay al fondo es la pared oeste del cráter Von Kármán, elevándose a más de 3.000 metros por encima del suelo", concluye el comunicado de la NASA.